Felix Baumgartner saltó desde su cápsula espacial a una altitud de 21.800 metros, en el primer ensayo de la misión Red Bull Stratos en tierras de Nuevo México.
El atleta de 41 años subió gracias a un globo aerostático de helio a la altura prevista, por encima de la denominada Línea de Armstrong.
Baumgartner aterrizó con su paracaídas especial en el desierto de Nuevo México, a 40 kilómetros de Roswell, el centro de operaciones de la última fase del proyecto Red Bull Stratos, completando de esta manera una etapa más de su misión a las puertas del espacio. Una hora y cuarenta minutos antes, el atleta extremo nacido en Austria había despegado en una cápsula espacial presurizada, impulsada por un globo de helio de 50 metros de largo que le llevó a la altura prevista para el ensayo, 21.800 metros.
El objetivo de este ensayo era comprobar que todos los sistemas, la cápsula y el globo funcionasen correctamente en condiciones reales, además de superar la llamada ?Línea de Armstrong?. Esa zona es donde las leyes terrestres de la física desaparecen. Es una región inhóspita para los seres humanos, donde los líquidos empiezan a evaporarse y las temperaturas caen hasta los 60 grados bajo cero. Una persona no podría sobrevivir en esas condiciones sin un traje presurizado que le protegiese de las fuerzas de despresurización y la falta de oxígeno. Para llegar allí, Baumgartner tuvo que superar previamente otra zona mortal cercana a la Tierra: durante los primeros 300 metros de ascensión, el austriaco no tendría posibilidad de sobrevivir en caso de sufrir un accidente, ya que no habría tiempo suficiente para salir de la cápsula y abrir su paracaídas.
El ascenso hasta el punto de salto y la salida de la cápsula fueron como estaba previsto. Baumgartner cayó hacia la Tierra a una velocidad de casi 600 kilómetros por hora, en poco más de 8 minutos. Más tarde el austriaco manifestó que el mayor problema que encontró durante el ensayo fue el frío extremo: «Casi no podía mover las manos. Debemos trabajar más en ese aspecto», comentó
Pese a que solo ha sido un ensayo preparativo de cara al salto final que realizará desde una altura de casi 37.000 metros, el austriaco ya ha superado diversos récords: se ha convertido en la tercera persona que ha saltado desde esa altura y ha sobrevivido. Las únicas personas que han logrado saltar con éxito desde cotas superiores han sido el ruso Eugene Andreev y el americano Joseph Kittinger, quienes completaron sus respectivos saltos en los años 60 del siglo pasado.
Además de batir los diversos récords que posee Joseph Kittinger, el proyecto Red Bull Stratos compartirá todos los datos recogidos con la comunidad científica internacional.
Fotografías gratuitas solo para uso editorial: Balazs Gardi, Joerg Mitter, Ulrich Grill, David Goldman y Jay Nemeth.