Se acerca el momento de saltar desde los límites de la Atmósfera

Se acerca el Red Bull Stratos: El piloto austríaco Felix Baumgartner señaló que «todo esto involucra más que orgullo, se trata de la vida o de la muerte, y nadie sabe qué sucede con el cuerpo humano cuando rompe la barrera del sonido». Aqui Detalles sobre el globo, la cápsula presurizada, el sistema de paracaídas y el instrumental que sustenta la misión que fijará nuevos parámetros de seguridad aeroespacial y nuevos límites para el vuelo humano.
Lancaster (California-USA) 20 de mayo de 2010 Mientras se acerca su caída libre desde los límites la atmósfera terrestre, Felix Baumgartner admitió por primera vez que está viviendo momentos de ansiedad. La noche anterior a cualquier lanzamiento peligroso no puedo dejar de pensar que podría ser mi última noche, declaró a la Prensa tras visitar el centro Sage Cheshire Aerospace, donde el equipo científico de la misión Red Bull Stratos presentó detalles de ingeniería y los prototipos que se emplearán para que el piloto salte en caída libre y vuelva a la superficie con un nuevo récord, pero sobre todo, sano y salvo.

El austriaco de 41 años continuó: Si bien existe cierta presión por saber que todo el mundo estará mirando, todo esto involucra mucho más que orgullo: se trata de la vida o de la muerte. Nadie sabe qué sucede con el organismo humano cuando rompe la barrera del sonido. Partes de mi cuerpo serán supersónicas y otras subsónicas Será un momento crítico.

Además del traje espacial que utilizará Baumgartner como segunda piel, los componentes necesarios para que logre una caída libre segura desde los casi 37.000 metros (120.000 pies) de altura se completan con:

Un enorme globo de helio

Una cápsula presurizada

Una mochila con equipos de monitoreo, seguimiento y comunicación

Un sistema de paracaídas personal único en el mundo

El Globo: De 850.000 metros cúbicos (30 millones de pies cúbicos) de capacidad, es diez veces más grande que el globo que utilizó el estadounidense Joe Kittinger cuando marcó los records de salto en caída libre que siguen vigentes desde 1960. La cubierta exterior es de una película de polietileno de alto rendimiento con un espesor de apenas 0,02 mm (0,0008 pulgadas). Si bien esto es más delgado que el film que se utiliza, por ejemplo, para envolver un sándwich, el tamaño del globo es tal que pesa algo más de 1360 kilos (3000 libras).

Para el delicado proceso de lanzamiento se utilizará una enorme grúa de aproximadamente 25 toneladas, con la cual se maniobrará la cápsula para suspenderla exactamente debajo la envoltura del globo, que luego se deberá elevar por sí mismo. Si el timming de la operación no es perfecto o el posicionamiento no resultara preciso, se podría producir un efecto péndulo capaz de impulsar la cápsula de regreso a la superficie terrestre y dañarla, poniendo en riesgo no sólo la misión, sino también la vida del propio Baumgartner.

La Cápsula: Si bien el exterior plateado y la forma de la cápsula con una base de 2,44 metros (8 pies) de lado que se comienza a angostarse cuando supera los tres metros de altura (11 pies) podrían asemejar su aspecto al de una cápsula de reentrada espacial, el interior es totalmente diferente. Allí, una esfera presurizada 1,83 metros (6 pies) de diámetro alojará a Felix Baumgartner durante todo el ascenso, que se prolongará por dos horas y media, o más.

En el interior de la esfera, Baumgartner permanecerá sentado, monitoreando instrumentos y pantallas. A diferencia de la góndola abierta y expuesta a los elementos exteriores que usó Kittinger en 1960, la cápsula sellada y presurizada de Red Bull Stratos actuará como un sistema de soporte de la vida hasta alcanzar la altitud apropiada para saltar y hasta que el traje de su ocupante se haya presurizado. Por otra parte, si alguna condición inesperada hiciera desaconsejable que Baumgartner salte, la cápsula también garantizaría un descenso seguro dentro de la nave.

Un conjunto de tres paracaídas conseguiría un descenso suave. Por otra parte, más de 150 pruebas de caída ayudaron a diseñar los rellenos de presión de la base de la cápsula, capaces de absorber impactos de hasta 6 Gs. Aún cuando se prevé que Baumgartner no tendrá necesidad de descender en la cápsula, la tecnología de aterrizaje desarrollada ayudará a proteger los equipos instalados dentro de la nave, incluyendo las cámaras (varias de video digital fijas, cuatro cámaras electrónicas de cinematografía y varias de alta definición), que capturarán todos los detalles de la misión para las audiencias de todo el mundo.

La Mochila: Este dispositivo actuará como central tecnológica una vez que Baumgartner haya saltado de la cápsula. Fijada sobre el traje presurizado, alberga sistemas de monitoreo, seguimiento y comunicación. Por ejemplo, un transmisor y receptor de voz conectado al casco, balizas GPS, un equipo de telemetría (captura y monitorea datos desde largas distancias), una cámara HD con visión de 12 un dispositivo de la Fédération Aéronautique Internationale (FAI, entidad para los deportes aéreos y aeronáuticos a nivel mundial) para verificar los récords que espera establecer la misión, y una unidad de medición de inercia (IMU) que enviará datos de altitud, grado/ángulo y rotación.

La información capturada por el instrumental de la mochila será transmitida al Centro de Control de la misión en tiempo real y quedará registrada para posteriores estudios. También se monitoreará permanentemente la altitud FPS (pies por segundos, incluyendo dirección), y todos estos datos también serán conocidos por el propio Baumgartner a través de un monitor de pulsera y en forma audible, a través de un monitor por tonos.

Además, la mochila tiene su propia fuente de energía por baterías y un sistema de batería y control adicional para desempañar y descongelar el visor.

El Paracaídas: Hasta ahora, nunca nadie ha logrado completar una caída libre supersónica desde el límite entre la atmósfera y el espacio exterior. Y una de las primeras certezas que tuvo el equipo Red Bull Stratos fue, precisamente, la inexistencia de un sistema de paracaídas capaz de proveer un soporte seguro para semejante proeza. Pero tras meses de desarrollo e infinidad de pruebas se obtuvieron grandes y pequeñas innovaciones, incluyendo una tecnología totalmente nueva para el paracaídas de frenado, dispositivo destinado especialmente a brindar estabilidad durante el descenso.

El paracaídas de frenado que utilizará Baumgartner en la misión Red Bull Stratos es único en varios aspectos importantes. En primer lugar, está diseñado y construido para funcionar a velocidad supersónica. En segundo lugar, no deberá desplegarse a no ser que el piloto requiera una estabilidad adicional. Un tercer aspecto revolucionario es el aditamento de un sensor G, que mide las fuerzas centrífugas y su duración. Este instrumento abrirá automáticamente el paracaídas de frenado si Baumgartner supera 3,5 Gs durante 6 segundos consecutivos.

El sistema del paracaídas incluye demás un paracaídas principal de nueve celdas el único que se desplegará si todo sale según lo planificado y un paracaídas de reserva, diseñado para abrirse automáticamente a los 762 metros de altitud (2500 pies), si fuera necesario.

Pero a diferencia de lo que ocurre con los sistemas de paracaídas que se utilizan habitualmente, el de la misión Red Bull Stratos posee un tirador especial que le permite a Baumgartner cortar el paracaídas de reserva. Y es que si bien el paracaídas de reserva es la última y mejor esperanza de cualquier paracaidista, si en este caso llegara a abrirse en lo alto de la estratosfera y demorar el descenso, Baumgartner se quedaría sin oxígeno antes alcanzar las capas donde hay aire respirable. De manera que, si se ve obligado a hacerlo, cortará el paracaídas de reserva y confiará únicamente en el paracaídas principal, quedando como única opción que se despliegue tal como está previsto y sin ninguna chance para fallas.

Acerca de Red Bull Stratos:

Red Bull Stratos es una misión al límite del espacio en la que el piloto austríaco de 41 años Felix Baumgartner ascenderá hasta los límites de la atmósfera, en un intento por concretar una caída libre que lo convertirá en la primera persona que alcance la velocidad del sonido con el cuerpo humano.

Los datos recopilados por la misión y el equipo de científicos de renombre mundial que trabajan en ella prometen fijar nuevos parámetros para la seguridad aeroespacial, extendiendo los límites del vuelo humano.

Más información en: www.redbullstratos.com

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