Si tenés alma aventurera y te gustaría experimentar algo totalmente distinto y de emociones fuertes, no dudes en probarlos. Máximas referentes de estos deportes nos comparten su experiencia y alientan a que más mujeres nos animemos a practicarlos para disfrutar de sus beneficios físicos y espirituales.
Que no podemos correr riesgos. Que somos lentas e inseguras. Que tenemos miedo. Todos esos prejuicios aún existen en torno a las mujeres y, en consecuencia, a si podemos o no practicar deportes extremos. Sin embargo, nosotras nos encargamos de refutarlos día a día.
El cliché de que no estamos hechas para disfrutar de una buena dosis de adrenalina y hasta de miedo, lo dejamos para los cuentos de hadas. ¡Ahora nos animamos a todo!
Y en la lista, sin dudas, están este tipo de prácticas, que se convirtieron en una opción real y palpable para muchas porque entretienen, resultan atractivas, ejercitan el físico y, fundamentalmente, generan adrenalina.
Los deportes extremos son entendidos como aquellos que, en general, ofrecen un elevado grado de peligro y riesgo, pero si se los realiza a conciencia y con los cuidados que merecen, no hay de qué temer.
«Su práctica exige mucho desde lo corporal, pero soy un convencido de que con el cuidado y las precauciones necesarias cualquiera puede iniciarse. Cada uno se pondrá sus objetivos, más bajos o altos de acuerdo con sus capacidades, experiencias previas y dedicación», explica Gonzalo Zagnoli, profesor de Educación Física y preparador físico en Skateboarding Formation, escuela de entrenamiento funcional de alto rendimiento.
Como cuenta Zagnoli, el compromiso corporal de este tipo de deportes es fuerte y, por lo general, las piernas y la zona media (abdominales y porción lumbar de la espalda) son las más trabajadas, «pero no hay que olvidar que la ejecución de ciertos trucos necesitan de los brazos y hombros para impulsarse y mantener el equilibrio», explica.
Por lo tanto, cuando hacemos prácticas de alto rendimiento, la repercusión que tienen en nuestro cuerpo es total: producen una mejora en cuanto a la coordinación óculo – motora, en el equilibro, gran gasto del metabolismo aeróbico, y concentración. Una lista bastante extensa de beneficios que hacen atractivos a estos deportes y que hicieron que muchas mujeres se animaran a romper barreras, sortear el «qué dirán» e ir por todo.
Skateboarding
Esta prácticas nace como desprendimiento del surf. Existen dos grandes modalidades: Street, que reutiliza la arquitectura urbana como escaleras, barandas y mobiliario para realizar trucos; y Vertical, que se realiza en rampas y bowls.
El skate es uno de los deportes extremos que más presencia femenina ganó en los últimos tiempos, y desde que se hizo olímpico en 2016, cuando el Comité Olímpico Internacional aprobó su incorporación para los próximos Juegos de Tokio 2020, aún más, ya que los equipos serán mixtos.
Mecu Videla es skater profesional; le regalaron su primera tabla a los 15 años, algo que hoy agradece porque reconoce que le cambió la vida. Si bien confiesa que al principio le daba vergüenza, también la ayudó a darse cuenta de que a la hora de andar todos -hombres y mujeres- somos iguales: «todos nos caemos y nos podemos volver a levantar», dice.
¿Querés ejercitar todo tu cuerpo y divertirte? El skateboarding es ideal porque además del fuerte empleo de piernas, la zona abdominal también es indispensable para el impulso a la hora de deslizarse, a lo que se le suman los brazos para los trucos y la estabilidad.
Pero hay más beneficios: «me dio muchos valores, como tener paciencia, ser compañera, perseverante, y confianza en mí misma», dice Mecu, quien hace ya 14 años que anda en skate y es una ferviente promotora para que más chicas se sumen.
«Nosotras también podemos andar en skate, si te llama la atención, ¡no dudes en probarlo!», propone, y recomienda tomar clases para ser estables desde el comienzo y evitar caídas innecesarias.
Surfing
Este deporte extremo tiene sus orígenes en la antigua tradición hawaiana de la «he’e nalu», que significa «deslizamiento-ola», y podemos coincidir en que es el rey indiscutido por sus condiciones adversas, donde el mar nunca se comporta de la misma manera y es un eterno adaptarse al oleaje, a la temperatura y a los choques con la tabla.
Ornella Surger comenzó a surfear a los 11 años como un juego cuando iba a la playa a acompañar a su papá guardavida. A pesar de notar que el medio era dominado por los hombres y la falta de apoyo era evidente Ornella no se detuvo: «el surf femenino estaba en desventaja, desde económicamente hasta para que reconocieran los resultados. Ese tiempo fue difícil, injusto, pero yo seguía adelante y no me afectaba, siempre tuve en mente que no me importaba nada ni nadie que quisiera frenarme».
Como ella, son muchas las mujeres que poco a poco se animaron a los barrenadores e hicieron del surfing un deporte también femenino. ¿Qué características precisás, además de ganas? Es fundamental ser ágil para poder pararse en la tabla, fuerte para remar entre las olas, y tener estabilidad.
Escalada
«Me dolían mucho los pies porque las zapatillas de escalada son muy apretadas. No tenía mucha fuerza y menos técnica, pero me sentí jugando como cuando era chica y me trepaba todo. La pasé muy bien y desde ese día no paré», recuerda Sofía Merlan, escaladora desde hace ya cinco años y apasionada como el día uno, quien dice que este deporte le aportó concentración, le enseñó a mantener la calma en situaciones complicadas o de riesgo, a respirar mejor y a tener mayor conciencia sobre su cuerpo.
La escalada es todo ascenso que, por ser difícil o imposible de realizar sólo con pies y piernas, requiere utilizar también brazos y manos. Y su práctica deportiva se realiza en diversos muros que simulan, por sus formas y salientes, las características de las montañas. Como todo deporte extremo, tiene su cuota de peligro, pero si se lo hace con prudencia y conocimiento, resulta seguro.
Si bien es una realidad que hay más varones escalando que chicas, Sofía nunca sintió que eso fuera un impedimento: «si no te sentís cómoda entre chicos va a ser un problema, pero la traba te la estarías poniendo vos», afirma y asegura que los compañeros siempre la alentaron a seguir. «Es cierto que culturalmente nos dijeron que los hombres son fuertes y las mujeres más delicadas, pero son estereotipos que, por suerte, se están rompiendo. Cualquier persona puede hacer lo que sea sin importar su género», reflexiona.
¿Tenés ganas de intentar, pero no te animás? El «Boulder», una de las modalidades en que se puede realizar este deporte, consta de pequeñas paredes de máximo ocho metros, donde el ascenso se produce de lado y subiendo muy poco, ¡perfecto para iniciarse!
Datos útiles
Si te picó el bichito y te estás preguntando cómo es el entrenamiento en estos deportes, lo primero que tenés que saber es que, como toda actividad física, es indispensable que primero hagas una entrada en calor así como una buena elongación al finalizar la práctica. «No debemos perder de vista que además debemos contar con la protección adecuada a cada deporte, como casco o rodilleras, para prevenir lesiones y golpes», explica Yanina Goudet, profesora de Educación Física y entrenadora de Vita Sports.
¿Seguís entusiasmada? Te pasamos algunos datos: en Club Perú Beach, en Acassuso (Buenos Aires), hay opciones tanto para practicar escalada como skate (de hecho, nuestra chica power, Mecu Videla, da clases personalizadas ahí).
Si lo tuyo son las olas y el viento, pero no querés esperar a las vacaciones de verano para barrenar, en Mar del Plata, en Honu Beach, se pueden tomar clases durante todo el año. ¿Estás lista?