Desde el 16 hasta el 19 de abril se realiza en Suiza una nueva edición de la Patrulla de los Glaciares, considerado el campeonato mundial de esquí de montaña de larga distancia cuenta con un recorrido de 53 kilómetros y un desnivel positivo acumulado de 4.090 metros que la convierte en una de las competiciones más extremas del mundo.
La cita discurre entre las poblaciones suizas de Zermatt y Verbier, con una distancia de 53 kilómetros y un desnivel positivo acumulado de 4.090 metros.
Su recorrido es brutal. Tiene lugar por las cumbres alpinas al sur del cantón de Valais (Suiza meridional). Es la carrera sobre esquís de travesía más larga que se recorre en un solo día, con 53 kilómetros, en el que está considerado como el campeonato del mundo de larga distancia de la especialidad. Para dotarla de una mayor complicación, la marcha se desarrolla a una altura media de 2.766 metros. También existe la posibilidad de emprender un recorrido más corto, 28 kilómetros entre las localidades de Arolla y Verbier.
Los principales inconvenientes con los que se van a medir los participantes son la noche y el frío. Todas las salidas previstas se realizan a partir de las diez de la noche. Esta prueba, organizada cada dos años por militares del ejército suizo, está abierta a equipos de tres componentes, militares o civiles y en la que están representados más de veinte países.
Participación restringida
En efecto, pocos deportistas están capacitados para disputar esta carrera. La organización exige un currículun competitivo que avale a cada equipo. Los participantes deben practicar regularmente rutas y carreras de montaña, ser buenos esquiadores, saber esquiar encordados. Todo ello es necesario para demostrar que los competidores en la «Patrulla de los Glaciares» son capaces, en condiciones normales, de efectuar el recorrido de Zermatt a Verbier en menos de 18 horas.
Desde 1943
El hecho de que esta carrera se realice de noche viene de lejos: durante la Segunda Guerra Mundial se encargó a una de las brigadas militares vigilar la frontera para evitar la entrada de invasores por las montañas. La primera edición tuvo lugar en abril de 1943 y en ella participaron 18 patrullas. Continuó haciéndose con carácter militar hasta el año 1949, año en el que un accidente mortal motivó su prohibición.
Tras una prolongada pausa de 30 años, la carrera se relanzó admitiendo a participantes de la esfera civil, aunque la organización e infraestructura corre a cargo del ejército suizo. Así se celebra desde el año 1984, con un número creciente de inscripciones y con una gran difusión internacional. El monte Cervino es testigo de las salidas de los corredores para enfrentarse a un avance entre glaciares y a una serie de subidas y bajadas por collados, crestas y corredores, poniendo a prueba la capacidad técnica y movimiento en montaña invernal de los esquiadores, alcanzando las cotas máximas de la Tte Blanche (3.650 m) y Rose Blanche (3.160 m).
Fuente: swissinfo.org