A un paso de alcanzar la cima, el montañista peruano Richard Hidalgo vuelve de la montaña más alta del mundo, tras un mes de dura estancia, con la admiración de la comunidad montañera internacional.
La comunidad escaladora del Perú se mostró sumamente orgullosa del épico intento de Richard Hidalgo en el Everest, y le deposita su confianza más que ganada.
A un paso de alcanzar la cima, Richard Hidalgo se mantenía firme y a la espera del mejoramiento del tiempo para iniciar el último tramo para la conquista del Everest.
Sin embargo las inclemencias de la montaña arreciaban y la expedición canadiense de Gabriel Filippi que lo acompañaban en la travesía, optó por retirarse, y Richard decidió permanecer en el Campamento 3 (C3), a 8 mil 300 m.s.n.m. durante el crudo fiero monzón del verano. Estancia donde aguardó y sin oxígeno durante más de 30 horas, antes de su último intento por conseguir la cumbre.
Estas proezas han conmocionado a los periodistas y montañeros en Katmandu, cuyo entusiasmo y admiración le han recordado a Richard un axioma del deporte que ama: el alcanzar una cumbre no depende únicamente de la capacidad del montañista; la última palabra la tienen el clima y la propia montaña.
En esta ocasión, la dificultad por encontrar la huella en los varios metros de nieve que habían ido acumulándose a lo largo de los días de mal tiempo, impidió que Richard logre superar las centenas de metros que lo separaban de la cima.
él, junto con la expedición de Filippi, decidió descender el 6 de junio, cuando el cansancio y la sensación de cosquilleo en los dedos de los pies (típico síntoma de un posible congelamiento) se hicieron sentir con fuerza.
Así, pues, este año 2009 en que el gran Everest se cobró la vida de cuatro escaladores, pocas expediciones tuvieron la suerte de alcanzar la cumbre. En la mayoría de ellas, algunos de sus integrantes sufrieron congelamientos en los dedos de manos y/o pies.
Dichas expediciones, además, alcanzaron la cumbre en la que suele ser la mejor temporada para lograrlo (abril), época en la que Hidalgo todavía se encontraba en Lima, recaudando el dinero que aun le hacía falta.
Foto: Richard Hidalgo
Fuente: Terra Perú