Pegado a un instructor, el británico George Moyse, de 98 años se tiró en paracaídas desde un avión que volaba a 3.000 metros. Además de ser un reto personal, Moyse pretendía con este lanzamiento recoger fondos para la Royal National Lifeboat Institution.
Después del salto el Sr. Moyse dijo: Fue increíble, en verdad los difruté, no me atemorizé. Fue la primera vez, pero no será la última. Además el Sr. Moyse agregó que él era una persona muy callejera.
El Sr. Moyse también dijo: Yo no me estoy quieto, camino todos los días, cocino, lavo, plancho, hago de todo. He sido mucho afortunado de ser tan ágil. Su nieto, Edward Brewer, de 43 años, también salto ese día, con otro instructor.
Fuente: www.telegraph.co.uk