El piloto español Ramón Morillas Salmeron logró un nuevo record mundial de distancia en paramotor, se convirtio en la primera persona en superar la barrera de los 1000km.
El lunes 23 de abril, Ramón despegaba desde el aeropuerto de Jerez de la Frontera cerca de las 7 de la mañana para hacer historia con su Travesía Flypa, un reto deportivo co-organizado por el festival Flypa de Los Realejos (Tenerife) que comienza este jueves 26 y cuya meta original era aterrizar en dicho municipio tinerfeño, aunque finalmente Ramón debió irse a Lanzarote.
La parte más difícil quizás fue el comienzo del vuelo. Ramón despegó un poco antes del amanecer y se quedó tomando altura sobre las pistas iluminadas del aeropuerto hasta que empezó a clarear, entonces se dirigió hacia Chipiona y comenzó a intentar contactar con el helicóptero militar que lo acompañaría durante las primeras horas. Pero el helicóptero no salió a tiempo y Ramón decidió entrar en el mar solo. Fue un poco crítico porque no tenía referencias y me costó un poco orientarme, además el aire estaba movido, la capa de inversión era fuerte y tenía que concentrarme para encontrar el rumbo cuenta Ramón. Las dos primeras horas las pasó en eso y dando su posición al helicóptero para que lo encontrara en medio del mar, entre la bruma.
Su intención era abrirse hacia el oeste dejándose llevar con el viento de Levante, para luego encontrar un buen flujo de viento norte, pero el helicóptero no podía alejarse tanto de la costa así que finalmente debió volar en condiciones menos favorables. La media de velocidad era buena al principio pero cuando el helicóptero se fue a repostar empezó a bajar. Iba a unos 700m de altura y bajar más buscando mejor viento hubiera sido peligroso. Ya a las 3 de la tarde tenía claro que para llegar a Tenerife tendría que volar un par de horas en la oscuridad, pero falló un helicóptero y los militares no estaban de acuerdo con esta opción. Lo discutimos un poco por radio, pero finalmente estaba claro que había mucho riesgo y decidí seguir el plan B de ir a Lanzarote. Ahí todo el mundo se relajó, cuenta Ramón.
Las últimas horas fueron largas para el piloto. Ya estaba cansado, me dolía un poco la cabeza, pero por otro lado fue la parte más fácil del vuelo porque iba viento en cola a 90 k/h, pilotando con los trimers y la llegada fue muy guapa, a la puesta de sol, cuenta. En Lanzarote había mucho viento y desde allí le aconsejaron ir a la zona de aterrizaje de las alas delta, a unos 6 km del aterrizaje de Famara, que era donde Ramón había pensado descender si iba a Lanzarote. Hacia el centro de la isla había un poco menos de viento así que el aterrizaje, a las 20:16 hora local (una hora más en España peninsular) fue perfecto tras más de 14 horas en el aire y un total de unos 1106 km por confirmar cuando Ramón descargue el track de su GPS (aún no ha tenido tiempo de hacerlo!)
Las condiciones durante el vuelo fueron muy variadas. Había descendencias en que tenía que dar gas a tope para mantenerme, luego ascendencias en que con un poco de gas iba súper bien, movimientos raros, diferentes a los que sientes volando sobre la tierra. Notaba perfectamente cuando me metía en un flujo de viento. También había muchos ratos muy suaves, sobretodo al final explica. Fue un vuelo guapo y se consiguió el objetivo que era batir el record del mundo y llegar a Canarias, estoy súper contento por eso y también por haberlo conseguido después de haber estado trabajando tantos meses y con tanta gente ayudando a prepararlo todo y apoyándome, especialmente la organización del Flypa, el Ejército del Aire y sobretodo Guillermo de Armas, que me ayudó mucho con la meteo y a elegir el día más adecuado. Fue muy emocionante concluye el piloto.
Fuente: ojovolador.com/es