El domingo estuve en la Cumbrecita en el K 21. Aca va un relato de como vivi la carrera desde adentro.
La serie K 21 de Patagonia eventos tuvo su tercera etapa en la comuna de La Cumbrecita de la provincia de Córdoba.
Luego de las primeras dos etapas en Neuquén y Rosario. Este formato compuesto de cuatro etapas culminando con la ultima en Cañón del Atuel es una serie preparatoria para la final de la Salomon K 42 en Villa la Angostura.
Un carreron de excelencia en todo sentido. Lo pasamos de maravilla, antes, durante y después de la carrera. Ultrasport encargado de la logística y organización integral del evento, juntamente con la secretaria de turismo de La Cumbrecita se encargaron de que todo fuese perfecto en cada detalle.
La Carrera
La geografía de la zona dejaba prever que no sería un circuito sencillo de transitar y mucho más duro aun para aquellos corredores que iríamos en búsqueda de un lugar de privilegio.
A las 11:00 am la cuenta regresiva a viva voz de 350 aventureros anunciaba la largada, que sería controlada por Eddy Avila en moto, recorriendo aprox. 1500 mts por el centro del pintoresco pueblo peatonal estilo Alemán, rodeado de un frondoso bosque de pinos.
Una vez liberada la competencia, ya en zona de montaña la carrera de desarrollo cuesta arriba permanentemente, internándose cada vez más en la montaña, cada paso se hacía más y más duro. El grupo de punta cada vez tomaba mas distancia del resto de los competidores-
A 30 minutos de transcurrida la competencia ya un grupo de 10 corredores habíamos hecho diferencia respecto del resto. Entre nosotros estaríamos debatiendo los tan preciados 3 primeros lugares.
Una vez alcanzada la parte alta de la montaña la carrera se hizo muy vertiginosa, con permanentes ascensos y descensos muy pronunciados. Jorge Pizarro, quien terminaría siendo el ganador comenzó a tomar distancia respecto del resto, mientras detrás suyo se libraba una batalla entre 6 corredores, y nada se definiría hasta faltar los últimos 3 km.
La geografía con sus constantes combinaciones de subidas y bajadas, desgastaban poco a poco las piernas y los 6 que veníamos en búsqueda del 2 do puesto nos pasábamos unos a otros sin piedad y nos volvíamos a pasar. Aquí jugaba mucho la estrategia y el conocimiento de este tipo de circuitos y la experiencia en la montaña era de suma importancia.
Ya sobre el final había unos 300 mts de pampilla bien llana que llevaba a un descenso de 1500 mts, seguido de una dura subida de 200 mts, para finalmente entrar en los 500 mts finales por las calles del pueblo hasta el arco de llegada.
En esta pampilla fue donde logre separarme considerablemente de los otros 5 corredores, realizando una lanzada para ver su reacción, observe que no pudieron seguirme, fue entonces que baje el ritmo 10 segundos para tomar unas cuantas bocanadas de aire que me oxigenaran los músculos para bajar fuerte, y así sabiendo que ya no tendrían reacción alcanzar la meta sin problemas.
Fue una verdadera carrera de Trail Running con todos los condimentos que debe tener. Con una excelente organización y un lugar bellísimo como pocos.
Gracias.
Prof. Daniel Estefanía
(participante N429)